Volver a Abel es mi decisión

estos dias estube pensando mucho,acerca de muchos acontecimientos que tubimos en estos dias y los cambios que experimentamos,pero eso no llega a exactamente lo que quiero saber,siempre obtengo la respuesta,pero nunca es exacta.

me dirigo al grupo nuevamente que nos enconcontramos en la casa del pueblo de freedom,y con un cambio de aspecto en mi,que es dejandome el cabello corto y vistiendo nuevas ropas ya que las otras quedaron totalmente desechas.
(dirigiendome al grupo que estaban en un receso de nuestro viaje levanto sutilmente mi voz)

-Quisiera que me escuchen un momento por favor, hay algo que estube pensando en estos dias y lo meditado como se lo amerita.lo que quisiera decir es que mi decicion es volver a abel.

(el primer parrafo que se encuentra en rojo oscuro lo use para un pensamiento)

Con algo de ímpetu, me levanto de donde estaba recostada (en el piso, usando mi bufanda como soporte) mientras me estiro de manera ociosa.
De lejos escucho una voz... es la de Shairin. Otra vez me estiro antes de recoger mis cosas y dirigirme hacia donde ella está. Logro notar que ver su rostro demostrando una mirada perdida, y ver su cabello rojo bailando entre el viento me genera un vacío. Pero no queda otra, todo lo que puedo hacer es entender su dolor; como nuestra lider y como nuestra amiga, tiene todo el derecho del mundo a volver a reencarnar su pasado en otro viaje que, tall vez, cambie su vida para siempre.
Me detengo a pensar unos segundos, bajando la mirada hacia el suelo.
Por alguna razón no puedo decir nada. Mis sentimientos envuelven mis ojos... Los convierten en pequeñas gotas de sufrimiento que inundan mi cara. Por alguna razón estoy llorando.
Pero no puedo simplemente dejarla ir sola, tan indefensa.
Quiero acompañarte.
escondo mis ojos con la bufanda, escondiendo mi llanto del resto
Sé que no podré detenerte, así que al menos dejame acompañarte.
Me acerco un poco más a ella, dejando que el viento acaricie un poco el manto azul en mi cabeza. Sabía que este día llegaría, pero jamás pensé que fuese en un momento tan inoportuno. Acabamos de llegar de Danwholf sin ninguna respuesta a nuestras preguntas, y ahora otra vez, cuando menos lo esperamos, tenemos que preprararnos para otro viaje. Estoy muy preocupada por ella,,, ¿Será por eso que no me enoje o le respondí mal por tomar una desición tan arriesgada sin consultarnos antes?
Quien sabe... pero creo que si no me pongo a sonreír pronto la cosa se pondrá más fea aún. No quiero armar otra vez un drama a escala gupal
Ah, pero si no tienes comida, olvida lo que dije. Necesito llenar mi estómago de nuevo, apenas pisamos tierra. ¿Por qué no primero nos fijamos en lo que necesita la casa, en las cosas que hicieron los muchachos mientras estabamos ausentes... y esas cosas
Dejo escapar una sonrisa para calmar un poco el ambiente
No se que le pasa a esta, pero seguro que por algo está así... si vamos a ir al Imperio de Abel, de seguro vamos a pasar por algun pueblo más chico,,, ahí podré vender las joyas que consegui hace rato

lo pensare,partiré dentro de un par de horas pero eso no significa que me vaya para siempre solamente estaré un par de días para ver que sucede en allí, capas que consiga mayores respuestas ahí que los cabos sueltos que nos encontramos en los viajes,solo es eso.
(volteo mi mirada para verla fijamente a Rei)
Y que hay con tu mirada Rei? no te pongas asi solamente por mis palabras,ademas pensaba no decirlo solamente dejar una nota que volvía dentro de un mes que es el tiempo de viaje de aquí a allá.

Enfrento su mirada
Dije que voy a acompañarte. Eso es todo
me cubro un poco aún con la bufanda, por la verguenza

Ok,puedes venir conmigo pero no cubras mis espaldas si llega a suceder algo,no quisiera que te involucres con mis problemas en aquellos lados.

al terminar de decir eso volteo para evitar la mirada de Rei,dirigiendome hacia las escaleras y luego a mi habitacion preparar mis cosas para mi viaje.

Namreg se encontraba en el gran comedor, sentía que algo no andaba bien con el tremendo silencio que reinaba en el lugar. Le daba mala espina. Frente a él se encontraba el callado Ignos y un juego de cartas en la mesa, el pelinegro se la había pasado hablando todo el rato para evitar el silencio. Solo dejó su parloteo cuando vio que le había ganado a Ignos de nuevo la partida de cartas.

- Tienes mala suerte. - Dijo con una pequeña sonrisa disfrutando nuevamente de la victoria, aunque se hubiera sentido genial si hubieran apostado algo. Ignos solo suspiró con frustración, a él la suerte parecía no acompañarle. Recibieron el llamado de Shayrin y ambos fueron a la sala. Ignos se quedó en el umbral, escuchando sus palabras con algo de antipatía, él no pensaba ni poner un pie en Abel ya que le tentaría mucho el volver a su casa y aún no quería eso. Namreg se adelantó unos pasos, mirando fijamente a la pelirroja y dejando salir una débil palabra - ¿Qué? - No le importaba demasiado el asunto pero en su rostro se notaba una ligera expresión de... ¿Indignación? No le sorprendía pero aún así lo sintió como si fuera un baldazo de agua fría, su ceño fruncido y esa expresión aparentemente neutral no hacía más que mostrar que no estaba muy cómodo. Se cruzó de brazos, escuchando las palabras de Rei y viendo como esta se desvolvía en el momento.

No entendía desde cuando el grupo parecía más unido, tal vez siempre tuvo la mirada en otro lado. No dijo nada hasta no haber escuchado todo lo que tenía para decir Shayrin. Se alegró internamente al saber que volvería en no mucho, parecía que Rei iría con ella a Abel ¿No era algo peligroso? ¿No iba a meterse en la boca del lobo? En su cabeza le empezó a surgir la tonta idea de ir, aunque no sabía bien el verdadero motivo.

Vio que Shayrin subió a preparar sus cosas, esperaría a que bajara para hablarle. Ignos se retiró a su habitación sin tener la más mínima intensión de resaltar y la mirada del Guraiko quedó posada en Rei.

- Bien, bien. - Asumió su fachada de tranquilidad de nuevo, asumiendo algo que quedó en el aire para todos.

al llegar a mi habitacion y empezar a preparar las cosas para el viaje en algunos bolsos que iran sobre Espirit,quedo observando algunos objetos que tubimos en las travesias y obtubimos como recopensa,quedo mirando con sierta nostalgia a aquellos objetos y dejo escapar algunas palabras luego de un suspiro

todo esto es lo que obtubimos por salvar o ayudar aquellas personas? creo que me interpuse mucho en la vida de los demas,estar agredecidos es poco.

son las unicos palabras que dejo escapar estando sola en mi habitacion,sin nadie que escuchara aquellas palabras,solamente me quedo un momento apreciando lo que nos rodeaba,nuestra casa y nuestros tesoros,sintiendo melancolia sobre eso y dejar esta casa.
voy bajando despacio las escaleras para dirigirme a la cocina con los bolsos encima,me perscato de que hay alguien debajo de las escaleras, al llegar al primer piso observo que es nam,evitando su mirada fija en mi,solo hacen que mis ojos se llenen de lagrimas con su mirada.

-¿que es lo que quieres nam?

El viento soplo mis mejillas, dejando que el mal momento termine. noté, en el momento que Shayrin se dirigió a su habitación, que ese ladrón de Namreg se encontraba detrás mio, así que le dirigí un saludo algo cotidiano. Al mirar sus ojos me percaté rápidamente que se encontraba en un dilema: en decidir o no acompañarnos a Abel. Por lo que me dedico a persuadirlo mientras shayrin vuelva y de el avizo de partida. Me acerco a él retirando la bufanda de mi rostro.
ntiendo como te sientes. Es algo estúpido tomar desiciones de este tipo por personas de ese caracter. Pero piensalo de esta forma: estamos ayudando a una amiga y al mismo tiempo... ¡El imperio de Abel es una de las ciudades más prósperas de Gaia! ¿Sabes a qué te suena eso? es obvio, podemos "trabajar" como buenos chimpances que somos. Y si yo voy, ten asegurado que esta vez algo voy a consegtuir. Además podemos recaudar información sobre esa piedra tuya o el anillo que encontramos en el palacio de phaion
Mientras digo todo esto con una sonrisa de oreja a oreja, recuerdo lo mucho que había dejado de lado mi parte rastrera... con todas estas cosas que estuvieron pasando, siento que me estoy volviendo una debilucha sentimentalista.
Me rasco la cabeza mientras escucho la voz de shayrin que bajaba las escaleras. Me detengo para escuchar que es lo quen dice

Al recibir el saludo de Rei, asintió levemente con una tenue sonrisa. Prácticamente vivía con ellos pero aún no dejaba de sonreír cuando era saludado. La chica se acercó a él y le comentó las posibles ventajas, los motivos que podrían moverlo. La verdad era que a Rei no iba a costarle nada convencerlo. Inclinó su cuerpo hacia un costado pensando, con una mano en el mentón y un gesto de agrado más grande.

La mayor molestia para él era el viaje, el tremendo viaje que iban a hacer y no sabía si en barco llegarían más rápido, ya que iría en línea recta. Sin embargo, era verdad todo lo que decía Rei. Podrían conseguir información de la piedra y la serpiente, aunque también le llamaba mucho la atención la posibilidad de obtener data de la familia de Shayrin o de la misma Abel, para su clan o para Phaion. La información importante de un posible enemigo es valiosa. Haría los papeles de espía, por algo fue entrenado en la Academia. Y luego... seguramente, de una forma u otra terminarían con algo de dinero, más estando con Rei.

- Uhmm... - Asintió, dándose por vencido sin pelear. - La verdad me gustaría conocer Abel, apenas leí de ella en algún libro y lo que cuentan los portuarios. Pero... otra vez va a ser todo un viaje. - Dijo, mostrando un pequeño disgusto en esas palabras y con más razón si era en barco. Él estaba ya un poco acostumbrado a viajar en ellos pero nunca le gustó. Iba a decirle algo más, pero fue interrumpido.

Escuchó la voz de Shairyn detrás de él y se volteó de medio cuerpo, no sabía como plantearlo y decidió ser lo más directo. Su mirada punzante de ojos rasgados cambió al ver la fragilidad de ella, mostraba su buena disposición en su rostro. - Voy para allá. - Habló ahorrándose palabras, sabía que la pelirroja no se negaría tan rotundamente.

-quisiera que no me acompañen,pero no puedo negar su voluntad,solo que....

al disminuir el volumen de mis ultimas palabras sin decir nada mas,solo cierro mis ojos y avanzo hacia la puerta dandoles la espalda y al llegar cerca del marco de la puerta sujetandome con una mano de aquel digo agachando mi cabeza:

-luego de almorzar me estare marchando,si quieren seguirme es su dedicion lo unico que pedire que no cubran mis espaldas alli,solo huyan.

solo tengan cuidado,no quiero que les pase nada.

al dejar escapar mis ultimas palabras de mi corazon,aquellas agujas que me atraviesan por cada pensamiento de partir de vuelta hacia esa ciudad con aquella gente que me desterro.no sabria bien si es una buena idea pero tengo que hacerlo

Luego de escuchar la, tan obviada, respuesta de Namreg sonrío asintiendo la suerte de seguir en un grupo en el que... por más que sea poco unido, de alguna manera jamás quedamos deconectados el uno del otro. Doy una ligera palmada y me dirijo esta vez hacia shayrin. Simplemente me preocupa que se valla sola, por más de que haya puesto como excusa todas las razones de ir a Abel que dije, no hace falta ser tan sincera conmigo misma para decir que lo estoy haciendo por ella. Tal vez sea una pesada, pero me ayudó en mi anterior viaje a Dhanwolf sin mezquinar un centímetro de su ayuda. Y ademas de todo eso no pidio nada a cambio.
Escucha. Tu me ayudaste primero. Le debo muchas cosas a mucha gente, pero jamás le devolví el favor a nadie. Pero siento que si no te ayudo, voy a lamentarlo mucho. Además, como ya dije, hay asuntos en Abel que nosotros tambien debemos tratar
Rasco un poco mi cabello demostrando determinación al decir esto. Con otra leve sonrisa, desenfundo la nanatsu yoru y me pongo a juguetear con ella, lanzandola al aire y dejando que vuelva a mi mano sosteniendola siempre del mango
Voy a comer y a preparar mi mochila de campamento ... "mochila de campamento"... así apode a ese pedazo de tela amarrado en el que guardo mis cosas importantes.
Me retiro de escena caminando pasivamente hacia la casa para buscar algo de tragar. Ésta vez sí que tendré suerte- me digo para mi misma mirando hacia el cielo.Me ajusto otra vez mi bufanda al cuello y doy un pequeño salto alegre. Enfundo la Nanatsu yoru y la acomodo de nuevo en mi cintura. Mientras el día cae por la mitad, debería entrenar un poco mis habilidades con la daga. Desde que vi a Yuu me di cuenta que estuve perdiendo el tiempo prestandole atención a cosas inútiles, como por ejemplo mi hermana Clare y la extraña forma en la que se comportó conmigo aquella noche, o la carta que leyeron el día de la fiesta. O el pasado de mi familia, que sigue atormentandome, o el echo de que haya cruzado mirada con Maximo mientras todavía era un crío. Todos esos pensamientos me dejaron confusa e hicieron que no me concentre en lo importante. De no ser por yuu...
Doy un pequeño abrazo con la mano a el colgante que me dejo mi preciada amiga
...No sé si estaría con estos ánimos.
Mientras divago con pensamientos que tal vez son demasiado profundos para una persona fría como yo, me acuesto sobre el futón que deje en mi habitación. Doy un mordisco a un trozo de pan que encontré en el camino, y quedo en silencio un momento. Levanto mis cejas al sentir un pequeño cosquilleo en las pantorrillas. una peluda maldad. Es el gato de Yuu, pidiendome comida otra vez. Le doy lo que quedaba del pan que estaba comiendo mientras pensaba todas estas estupideces. Añado una caricia a este movimento
Todo lo que haces es pedir comida, nunca la vas a buscar por tu cuenta, O  acaso sabes que yo no te mataré de hambre y por eso te dejas estar
El gato ni se mosque de lo que yo le digo y sigue comiendo como si nada. Ahora que lo pienso se parece bastante a mi. Probablemente por eso Yuu le tomó tanto cariño por más que sea alérgica a los felinos.
Me preparo. Coloco mi espada corta en mi cintura y las dagas en un rincon de mis bolsillos. Me visto con mis ropas de asesino que conseguí aquella vez en Mot. ¿Por qué será que nunca lo estrené hasta ahora? No tengo idea. Luego de preparar el maquillaje y mis artículos de asesino profesional me dirijo a la cocina ¡A COMER!

Mientras escuchaba a Shayrin, guardó sus manos debajo de las mangas de su ropa. Volvió a mantener la pequeña expresión de buen humor mirando el cuadro jovial que mantenía Rei y el tormentoso que sostenía la peliroja. Las palabras de la ladrona apenas habían dejado de retumbar en la sala cuando ya Namreg les daba la espalda para ir a buscar sus cosas. No faltaba mucho para el medio día y la consecuente partida de los tres. Quería comer tranquilo así que prepararía todo en el momento, subió a su habitación dejando la puerta entreabierta. Comenzó a acomodar las cosas indispensables en su mochila de cuero mientras tarareaba por lo bajo una tranquila canción oriental. Procuró guardar también un cambio de ropa y terminado los preparativos, preparó sus armas. Su reacomodó su katana, guardó sus shurikens algunos entre los pliegues de su cinturón de tela y dentro de un estuche de cuero. Su kusarigama la dejó en la mochila y el par de shukos no quedó lejos de sus estrellas afiladas. Se miró en el espejo y arregló su ropa, asumiendo por unos momentos una pose altiva y dándose para sí una sonrisa, volviendo en sí.

Al salir, fue directo a la cocina ya asumiendo que había guardado todo. Se sentía un ligero olor a comida que provenía de la cocina, las sombras dentro de ella indicaban que había dos personas dentro moviéndose de acá para allá y el aroma no estaba nada mal. Habían comenzado hacía un rato la tarea, la cual al chico que estaba frente a la fogata con su olla parecía no molestarle. Le tiraba especias, hablando con su minnion de que estaría lista en cualquier momento y se dio vuelta sonriente mirando a Namreg, el cual estaba parado en el umbral de la cocina. Correspondió sin poder evitarlo y quedó ahí, dudando si salir a caminar o quedarse ahí.

Vio a Rei acercarse, lo que no hizo más que decidirse. La miró de pies a cabeza cuando se venía acercando, es la primera vez que llevaba puesto ese traje, el que le parecía muy familiar a él. Se rió ligeramente, era verdad que le daba un aspecto mucho más profesional pero le resultaba un poco gracioso por ser algo obvio. Dejó espacio en la puerta para que pasara mientras le hablaba, le tiró otro repaso teniendo una pequeña pizca de baboso.

- Si te cubrieras el rostro serías toda una ninja pero... ¿Que la idea es NO parecerlo? - Dijo con algo de gracia, no sabiendo el comentario la molestaría. - Espero que en Abel piensen que estás loca y no que sos una asesina... por lo demás te queda muy bien. - Le guiñó un ojo al tiempo que se escuchó del cocinero rubio un par melodioso de palabras "A comer~".

al caer el mediodia luego de dar un paseo de compras por la ciudad Freedom tras el aviso que nos dio Shayrin.El pueblo cual esta apegada a nuestra casa llego saludando a cual expecimen con vida se encontrara con vida los cuales aclamaba con tal felicidad.

-hola señores,hola señora,hola pajaritos,hola bufalos de Maximo,hola flores.

El dia era bastante soliado,pero no lo suficiente humedo ni caluroso con los cual podia estar con mis vestimentas sin algun tipo de incomodidad con el clima,miro mis ropas y repentinamente digo para mi misma.
-tendre que cambiarlas para cuando haga calor,y por ende tendre que conseguir telas para hacerlas.

al estar aproximandome a la puerta veo a la pelirroja que se encontraba en el marco,la encontraba algo diferente y lo que me resultaba extraño por tal caracter que tiene,al quedarme un momento y lo cual ella no se perscato de mi presencia.
(sera tristeza lo que estara pasando),

ella se marcha de aquel lugar,teniendo las bolsas de papel del mercado las llevo hasta la cocina,los cuales empiezo a sacar tales mercancias para poder preparar el almuerzo,se que muchos todavia estan cansado del agotador viaje que tuvimos pero eso no me impide que cocine.
mientras que dejo que se preparo la comida voy recorriendo la casa ya que encuentro mucho movimiento intento saludar a Nam y Rei pero no se dieron cuenta que los quise saludar, solo vi a la reciente Yuu que acaba de llegar con nosotros y estaba acomando su habitacion.
-Hola Yuu,quieres venir a almorzar conmigo,lo estoy preparando y no quiero comer sola,ven conmigo luego te ayudo a ordenar este desastre.
al escuchar la confirmacion de Yuu y ella siguiendo mis pasos observo nuevamente a Shayrin pero con equipaje encima,no habia tomado en serio sus palabras nunca,pero ahora hasta a mi me preocupa.

nosotras 2 seguimos hasta la habitacion para poder ir a la cocina,donde el centro de aquel aroma que emanaba la comida. muevo la olla a un costado de la fogata y digo:
-ahora si a almorzar.

Yuu :

Desde que me desperté hoy por la mañana, mi mente estuvo divagando estupideces, una detrás de la otra. Primero pensé la forma de mantener estables las patas de un perro sobre un par de ruedas... digo, de esa forma los animales dejarían de hacer ejercicio y se pondrían gorditos como a mi me gustan. Totalmente esponjosos y abrazables. Mierda. Es que no puedo mantenerme en tierra o tal vez tenga un retraso, pero siempre que comienzo a imaginar las infinitas posibilidades no paro y me desconecto casi completamente de el exterior. De todas formas no me quejo. Es gracias a esto que desarrolle mis poderes psiquicos que tengo. Pero a veces me gustaría simplemente dejar de pensar. Hacerme fuerte por lo que hago y no por lo que "imagino hacer". Es decir, la humanidad es un ser relativo. Muchos piensan que la experiencia vale más que el conocimiento. Yo no creía en esas cosas. Pero ahora siento que si no me convierto en una persona como Rei, tal vez nunca llegué a ser lo suficientemente fuerte como para sostener mi poder.
Mientras pienso en todo esto, me crucé con una de las compañeras de mi amiga Lanfan. Accedí a su petición, aún algo preocupada por mis pensamientos sin sentido. Lentamente desprendo mi cabello atado mientras me relajo para almorzar.
No tengo mucho de qué hablar, así que simplemente hago que el silencio y la tranquilidad ocupen el espacio que mi inercia está tensionando. Noto que la compañera de Rei es muy charlatana, algo en lo que yo tambien me parezco. Lo malo es que yo digo lo que pienso, es mi sistema de defensa para prevenir que me vuelva loca. Pero... no puedo decirle todas estas cosas. ¿Qué pensará sobre mi si se lo digo? ¿Me dirán que estoy loca y me veré obligada otra vez   a llorar en el regazo de Rei?
Para mantenerme al margen en la conversación, asiento a lo ultimo que me dice mientras doy media vuelta
Lo siento, Meyri. No me siento del todo bien, por lo que no puedo responderte con todo mi entusiasmo. Pero te escucho, creo que con eso me has ayudado a reanimarme un poco
Lo que dije no fue mentira. De verdad sentí un alivio cuando me pidió almorzar con ella. Hizo que se me olvidara todo por un largo rato.

Así que... esta es la pandilla de Rei... De verdad, son muy buenas personas. Ahora entiendo por qué Rei nunca más volvió a la frontera

El rubio se apresuró a poner la mesa al escuchar que Meyri repetía el llamado de comida y fue el primero en sentarse, lo demás de servirse la comida esperaba que lo hicieran por ellos mismos. Silencioso se puso en lo suyo, a él no le molestaba en ese momento porque estaba con mucha gente. Sonreiría a cualquier comentario pero sentía en el aire una pequeña tensión que venía de la chica nueva. Él mismo, sin ánimo de mostrarlo, admitía que a veces era muy empático. Con una curiosidad oculta, se mantuvo sólo apegado a comer y escuchar a cualquiera que quisiera hablar, sin despegarle la mirada al plato.

A todo esto, Namreg había dejado pasar a las dos damas primero (Meyri y Yuu) a la cocina, dándoles un gesto de cortés saludo a ambas. Después de eso tomó el asiento más próximo, la verdad era que tenía muchas ganas de comer y esperaba con los ojos posados en la olla, pensando qué sería. A la izquierda de su plato, llevaba un par palitos orientales de madera y a la derecha cubiertos occidentales. Ya casi todos habían tomado su asiento, esperaría a que lo hicieran para comentar el viaje que planeaban hacer, aunque lo más probable era que se le adelanten. Miraba a Yuu con interés pero trataba de que no sea tan notoria su mirada, desviándola y perdiéndola de a momentos o yendo a otro miembro de la mesa. Esperaba alguna palabra de ella y lo demostraba en el actuar. Si no la encontraba, entonces él la buscaría.

Por lo menos se tranquilizaba al saber que era una buena amiga de Rei, era suficiente motivo para pensar que no haría nada indebido, además que Meyri trataba de juntarla con los demás.

(OFF: Todos postean con sus dobles personajes, y yo que lo menciono a cada rato a Ignos D: Nam va a esperar a ver qué hacen ustedes, está en modo espectador (?))

Mientras que mando a Siegfried con un mensaje a Amelia para que espere en el camino.Mientras que terminaba de ponerle las monturas y equipajes a Spirit me dirigia al salon comedor para poder salir con algo en el estomago,sentandome a comer en silencio mientras que los demas parloteaban en la mesa para almorzar. Al terminar mi plato de comida agradesco y les digo a Nam y Rei.
-dentro de unos momentos estare saliendo,los esperare afuera.

Saludo a los demas con cortesia,diciendoles que tardare en volver pero lo mas seguro es que vuelva.
Al retirarme de la sala me dirigi hacia el patio de la casa,esperandolos.

Yuu :

El tiempo pasa mientras como cada vez con más ánsias lo que hay en mi plato. Como noto que no hay mucha charla, sólo miro hacia abajo con cara de perdida esperando a que alguien rompa el hielo. Trato de no recordar todos esos pensamientos oscuros de antes mientras fuerzo una sonrisa algo mediocre.
Desde que me he sentado hasta ahora no paro de sentir esa extraña sensación de que alguien me esta mirando, pero cada vez que volteo resulta que no estoy llamando la atención a nadie. Tal vez sea Rei... escondida en algún lugar espiandome porque olvide invitarla a comer con nosotros.... jum, sí, sería algo muy propio suyo.
Frunzo un poco el seño a la vez que mastico el arroz con indiferencia mientras cierro los ojos. Si tanto quiere comer, me lo hubiese dicho antes.
Otra vez, esa sensación de que alguien me mira... Volteo de repente, para cruzar mi mirada con un oriental. Esos ojos, ese tipo es Namreg. Rei me habló mucho de él. Apenas lo vi, noto en sus ojos una mirada muy parecida a la de esa asesina amante del dinero. Quedo perpleja... sigo mirando unos segundos más a ese tipo. Otra vez vuelvo a voltear, enrojeciendo a tal punto que casi me atraganto con la comida.
Para no quedar tan descortes, le dirijo un par de palabras improvizadas
Emmh... Disculpa... Guraiko-san? O no sé si lo estoy pronunciando bien... este.. eres amigo de Rei, ella me habló mucho de ti y... emmh... ¿Qué tal se llevan? Digo, no es que me importe mucho, pero... ¡Ah, al contrario! Me agrada mucho que mi amiga por fin tenga gente en quien confiar.. esto... no pienses mal en lo que acabo de decir. Seguramente no es la gran cosa... ejejejejjee... son una tonta, ¿verdad?



...verguenza. Quise iniciar una conversación pero quedé de lo peor. Ahora seguro que no les voy a caer bien. Entierro mi cara en el plato, escondiendo mi enrojecido rostro, y termino mi comida sin siquiera preocuparme por su respuesta. Mientras como, me doy cuenta de que el tipo sigue mirandome. Debe de estar pensando en su frase para responderme. Ahora que lo pienso, es muy callado. Sabiendo que si como mientras me habla me pondrá más nerviosa, dejo el plato en la mesa y levanto la vista de a poco, casi hasta poder verle el pecho a ese tipo. Limpio mi boca bruscaente mientras sigo temblando


(off; me da paja crearle una cuenta a Yuu, pero prometo que a partir de ahora le creo una para no cunfundirlos más. perdon xD)

No tardó casi nada en darse cuenta Yuu de que se estaban fijando en ella. El cruce de miradas duró unos segundos, más de los que él esperaba. Disfrutaba de esa tenue tensión que se producía y por eso no consideró cortar el contacto visual hasta que ella lo hiciera. En ese momento los palitos que llevaban el arroz a su boca dejaron de moverse, se abrieron y cerraron como acto inconsciente en el aire mientras mantenía la vista fija. Luego de eso la chica se volteó, creía ver que se había sonrojado bastante y él sonriendo leve volvió a su plato por la extraña actuación. Pensaba que tendría que hablar él, pero se volteó de nuevo hacia ella con un ápice de sorpresa. La voz de la chica parecía muy nerviosa y dijo toda una serie de cosas que no le dio tiempo a contestar a Nam. Levantó levemente una ceja estando con una expresión algo seria, le dio toda su atención a lo que decía pero no comprendió mucho el punto de la conversación. La chica había ocultado de nuevo su rostro, cada vez se comportaba más extraño, no lo miraba a la cara y... ¿Acaso estaba temblando? Se sentía bastante responsable de lo que le estaba pasando, más aún porque no le había sacado la vista de encima. Sin embargo, a pesar de que le parecía raro se le hizo un poco gracioso.

No vuelve a tocar su plato con la vista en ella, no sabía bien qué decir pero suponía que sería bueno seguir la conversación que le había dado. Sonríe, mostrando un poco de la calidez que la actitud de ella le había despertado y deja salir una modesta risa. - Bueno... no creo que tonta, solo  un... poco tímida. - Acotó, demostrando agrado. - Soy un...... amigo de Rei. Supongo que nos llevamos bien. - Se mostró un poco sorprendido por una de las cosas que había dicho Yuu. - ¿De verdad habla mucho de mí? Bien, espero que no sea mal. - Dijo de nuevo acompañándola con una pequeña risa.

Tomó un poco de arroz y lo llevó a su boca, sacándole la mirada de encima. Le iba a decir que se tranquilizara pero tal vez eso le alteraría más. - ¿Está bien que te diga Yuu-san? - Preguntó, ya que si lo trataba con tanto respeto, él usaría esa vieja costumbre que casi no aplicaba normalmente. Quería sacar algún tema de conversación pero no se le ocurría, en cierta forma los nervios se le contagiaron a él. - ¿Qué tal te llevas vos con ella?

Al esperar a los chicos que quisieron venir conmigo en el viaje me pongo a recordar cosas de mi vida antes de conocerlos a ellos,a estos chicos que cambiaron mi forma de ser,mi conducta,en pocas palabras mi vida,antes me sentia como si hubiera estado ahogada en mi propio olvido sin ser nada y nadie.
Ahora aquella sensacion que añoraba hace tiempo vuelve a mi y algo me pide volver a mi lugar donde vivi,nose que sera si es extrañar mi lugar,la sensacion de estar en mi tierra. O el amor de aquella persona que me espera ahi.
Esas dudas las callare al llegar ahi,manteniendo y cabeza alta y aquel despreciable orgullo mio en mi pecho sanciare las dudas de mi calido corazon.

Al esperar fuera veo que vienen llegando Rei y Nam decididos a acompañarme evadiendo mis palabras,solo espero que mi "crimen" caiga en mi y no en ellos, al seguir avanzando y abandonando nuestra casa y el pueblo de freedom pronto llegaremos al punto de encuentro con Amelia,solo tendremos que pasar unos km de mesetas y algunas llanuras.volteo un poco mi mirada y le digo unas palabras al Guraiko.

-nam si algo me llega a suceder en este viaje quiero que me hagas un favor,si muero quiero que te encargues del grupo y no cometas las mismas pechorias que yo hice.
-Rei,protege a todos,y desengaña a tu enredado destino.

Suguiendo el camino despues de aquellas palabras,nos estamos acercando poco a poco al punto donde se encuentra la milicia,desde aqui puedo ver un punto donde estan reunidos soldados con escudos de un Leon dorado.

No pasó nada de tiempo desde que comí hasta llegar afuera, con mi equipo entre manos y el estómago lleno. Mientras caminaba de regreso, me crucé con mi amiga Yuu, pero no pude hablarle porque estaba en una charla con Namreg y decidí que hablase con él sola. No sé, a veces pienso que si no le presto atención, seguro aparece en el piso sin aire, o desmayada en algun lugar. Pero no puede depender de mi para siempre... le costará muy caro si quiere un servicio como ese, por más que sea mi mejor amiga.
Mientras pensaba en esto y aquello sujetando mi bufanda, a lo lejos puedo ver una cabellera roja.
Maldición, se está llendo sin mí. Qué tacaña
Corro, con el estómago presionandome por el pavo que almorzamos, hacía ella. Apenas logro llegar, cuando noto que ella voltea para hablarme... y para hablarle a Namreg
¿Qué...? ¿Desde cuando...?
Mi amigo asiático está ahí pasmado, como si hubiera estado todo el tiempo.
Shairyn me dijo algo raro, no entendí muy bien a qué referían sus palabras. Tal vez simplemente está demasiado inspirada en este viaje. Le toco el hombro y le respondo suavemente.
Tranquila. Tus no se resolverán si no logras calmarte en esta situación. Tus maldiciones tambien se comparten. Estaré cuando lo necesites. Y cuando no lo necesites tambien, es cuando más estaré presente. Deja de echarte responsabilidades por todo, estúpida. No tienen por qué cuidar ningún puesto. Tu lugar está aquí con nosotros, y allá en Abel.
Nunca dije algo tan cursi. Tal vez esto supere la charla de la otra vez. Miro hacia un costado, sabiendo que Namreg seguro hará alguna broma sobre esto. Trato de hablarle sobre lo que le dijo Shayrin antes de haberme hablado.
Nam, tú no serías mi lider ni por 2.000.000 monedas de oro. Además, aún tengo cosas que enseñarte
Sonrío y, acto seguido, me dedico a emprender el viaje con los muchachos. Acomodo mis botas, escondo los avanicos, aseguro mi cambio de ropas (están en la bolsa vieja a la que yo llamo "mochila" que Yuu me regaló), rasco bruscamente mi cabeza y doy un salto soltando un pequeó "hey!"

No le gustaba hacer esperar a las personas y aunque se había quedado a conversar unos momentos con Yuu trataría de estar lo más rápido junto a Shayrin. Procuraba haberse llenado lo suficiente para aguantar unas horas y se despidió de todos con cierto apuro. Dejando su plato en el lavado fue para su habitación, tomando de las cosas que llevaría y saliendo por la ventana. Procuró pegar sus pies a la pared para llegar a salvo al piso y así terminó frente a Shayrin, incluso llegó casi al mismo tiempo que Rei. Parecía un poco confundida pero no prestó mucha atención, solo le dedicó una mirada rasante a ella. La cosa extraña que dijo la pelirroja, la convicción con la que parecía hablar le daba la certeza a él que ese día ella estaba emotiva. La frase que comentaba de la muerte lo trasladó a días pasados, en los que la incertidumbre de vivir había sido muy fuerte. Una pequeña voz surgía en su cabeza y hacía pensar que sería un mal presagio, pero poco creía en eso. Sintió un peso invisible en su espalda al tiempo que miró a Shayrin a los ojos, aún no se imaginaba como responsable del grupo y menos pensaba la muerte de ella. Pero esas cosas por lo general llegan sin imaginarlas. Desvió la mirada luego de asentir afirmativamente, musitando un "No vas a morir...". Se alegraba de tener a alguien como Rei en ese momento, aunque veía innecesario decir las cosas tiernas que ella decía sí consideraba bueno que Shayrin lo supiera.

Dando unos pasos quedó cerca de ellas, aún algo pensante pero la broma con tono a desafío de la asesina lo sacó de la abstracción. Con una repentina sonrisa que era un poco suspicaz miraba a Rei, en parte lo aceptaba lo que decía.

- No por mucho tiempo vas a tener algo que enseñarme... - Puso un poco de falsa soberbia en esas palabras, empezando a dar unos pasos para seguirlas. Tal vez había llegado el momento de decirles cierta premisa que había ocultado. No había visto necesario el hacerles saber cierta tradición ya que no consideraba estar en el grupo mucho tiempo, pero las cosas que pasaron le demostraron lo contrario. Se mordió el labio un momento y las miró, si este era su grupo entonces les daría una pequeña responsabilidad. - Y... quiero aprovechar el momento. En el caso de que muriera, tomen la katana y el anillo de "G" si pueden. Les agradecería que lo llevaran a algún destacamento o el cuartel de la Guraiko. Nada más verlo sabrán que estoy muerto, o eso creerán. - A pesar de que era un tema escabroso, lo habló con naturalidad. Se notaba que no era la primera vez que lo decía. Se rió por lo bajo, si pensaron que les regalaría las cosas, estaban equivocadas... aunque quedaba tiempo para cambiarle ese pensamiento.

Al cabo de un rato, comenzó a divisar personas con el símbolo del león dorado. Era un animal muy popular en Abel, adoptado también por los Caballeros del Séptimo Cielo. Apenas los conocía pero había escuchado de ellos, era el temible cuerpo de guardaespaldas de la Emperatriz.

Al escuchor las palabras de mis compañeros siento un poco de conviccion en mi misma,me ayudaban a aliviar mis pesos,sonrio levemente y doy vuelta para mirarlo a los 2.
-gracias,muchas gracias sus palabras me reconfortan.

Dejo escapar mi mueca de felicidad,sea lo que sea no dejare que no les pase nada,prefiero que me perforen las espadas de mis enemigos ante de eso.
Al estar acercandonos a la milisia con estandares de leon veo a lo largo una cabellera rubia destacante entre ellas,era Amelia que al recivir mi mensaje a estado esperando mi regreso,al llegar junto a ella,se me acerca para resivirme con un calido abrazo.
-te estado esperando,ahora regresemos a casa.
Fueron las palabras que me dijo con una sonrisa que trasmitia nostalgia.veo un cambio en su look,un pequeño corte diagonal en la nariz, y su pelo corto y descolorando mechones de su flequillo.

Luego de rebirme a mi saluda cortesmente a mis compañeros.
-hola Nam y Rei,tambien los extrañe a ustedes,shay dejame hablar un momento con ellos en mi carruaje,quiero darles una explicacion a ellos de lo que esta sucediendo.

Saliendo de hacer unas compras( licor XXXXX), y de retirar las armas( que dejo para reparar) al herrero, ve pasar a los otros personajes saliendo en caballo, y luego de unos segundos, se da cuenta de que se va armar el bardo. Empieza a correr y le pregunta que es lo que esta pasando, y luego de la evidente respuesta decide cortar camino hacia la salida del pueblo por unos callejones, saliendo a una calle casi desierta donde encuentra una carreta sin vigilar y se roba uno de los caballos.

Luego usa sus sentidos para escuchar a lo caballos y se dirige hacia ellos. Luego de doblar en una esquina( destrozando varias puestos callejeros) se dirige a la primera fila donde encuentra a sus amigo y medio agitado por la corrida les dice:-¿que,... se pensaban ir sin mi-.

Le hace un gesto a Amelia con la cabeza saludándola, le dice a Nam:-che Nam traje licor 5X ¿queres?-

Namreg me está hablando. No había supuesto una respuesta así, pero traté de tomarmelo con naturalidad. Supongo que se tarda demasiado en acabar de conocer a una persona, más aún cuando ésta es reservada.
Como no quiero quedarme sin protagónico, tomaré parte de esta escena. Les hablo a Shayrin y Nam justo antes de partir.
Bueno... Yo no quiero morir. Supongo que ustedes tampoco. Pero si llego a estirar la pata, espero que traten de ser amables con mi cadaver
Hago un gesto burlón mientras digo esto último y hago más énfasis en lo próximo
Entierrenme en el páramo de las memorias, a donde pertenezco. y dejen la espada corta y mis cosas conmigo. Y después hagan una fiesta y no estén nunca tristes.
Un sentimiento punzante me llena de súbito. Hay algo mal en mis palabras. Siento que me olvido de decirles algo importante. Mi optimismo tiene límites, aunque los desconozca por tonta o por ignorante.
Oculto mi rostro con la bufanda... Siento que me desanimo de a poco cada vez más y más... Miro perdidamente la espalda de Shay, cada vez más convencida de lo buena amiga que es.
Dejo salir ese frío intenso a través de palabras
...y... lo más importante... Si llego a morir... Por favor, cuiden de Yuu. No la dejen sola. O al menos no hasta que sea como nosotros.
Miro hacia abajo pensando que Namreg debe estar sientiendose igual. bueno, no soy la única que se está encariñando con el grupo. Pero en mi caso es diferente. Estoy decidida a ayudar a mis camaradas porque me gusta, tal vez se asemeje a mi gusto por el dinero. Como sea, lealtad y confianza no son mis principios, lo mio es algo más humano-- Algo menos hipócrita que la nobleza, al fin y al cabo son buena gente... y lo más importante, me hacen sentir más segura.
Luego de refleccionar esto, entro al caballo saltando al igual que un conejo. Aún estoy de humor para una pequeña broma o dos, así que volteo mirando minunciosamente a los chicos, esperando a que bajen la guardia para sorprenderlos con alguna travesura. Después de todo, el viaje es largo y los ojos de los viajeros no tardan en cerrarse para contemplar la luna desde dentro de los párpados.
Al pasar el tiempo, aún con la bufanda colgando (la cual los caballos pisaban siempre y tenía que detenerme para ir a buscarla), veo una cabellera rubia a lo lejos. obviando el echo de que sea Amelia, me dispongo a bajar del caballo y recibirla con aprecio.
Yo tambien siento gusto de volver a verla... creo.
Al escuchar la petición de Amelia, doy un pequeño guiño de aprobación a Shayrin y, silenciosamente, sigo a la rubia hacia donde me dirije. Veo a Namreg detrás mio, pero no cruzo palabras ni miradas con él.
¿Qué es lo que querrá de nosotros ahora?

Avisado estaba de las indicaciones post-fúnebres de cada uno. En cierta forma se sentía aliviado de poder hablar algo así con su grupo y más aún de que tuviera alguien al lado que le sacara la seriedad al tema, aunque sea por un rato. A Rei parecía haberle llegado en sus últimas oraciones esos sentimientos fatalistas, que seguramente rondarían también en Namreg y Shayrin pero no se dejaban mostrar tan fácil. Tal vez hasta alguno de los dos estaba un poco acostumbrado a sentirlo o que se las pasara por la cabeza. Daba a pensar que para Rei era la primera vez que decía eso. El chico, con la vista puesta en la lejanía dejó salir un profunda espiración y se le dibujó una sonrisa en los labios. Olvidaba de a momentos que las personas que tenía al lado eran más humanas de lo que en un principio pensaba, a pesar de todas las cosas que habían hecho y visto todos seguían siendo humanos, inclusive él. Para ser honestos había una cosa más, viendo que ellas podían valerse tan bien por sí mismas había olvidado que, después de todo eran mujeres y tenían ese algo "especial", una llamativa fragilidad. Todo ese sentimentalismo del que era espectador se lo había recordado de una forma cálida. Ellas no eran sus compañeros de batallón, ni los camaradas de operaciones ni los guardias del cuartel pero tenían una fuerza igual o mayor que todos ellos, algo que contrastaba con la delicadeza que esas mujeres dejaban ver en esa situación. Desde ese momento, se juraría así mismo no volver a olvidar la observación de esa cualidad con fascinación.

Todo lo pensado hasta ese momento fue justamente lo que lo hizo sonreír repentinamente, sentir un sentimiento extraño y finalmente ver el rostro de Rei tapado, le dio un golpecito en el hombro con el puño cerrado, regalándole una sonrisa más cálida. La misma sonrisa se la dedicó a Shayrin y subió a su caballo.

Durante el viaje hubo alguna que otra parada, aunque solamente Namreg se limitaba a ir con una marcha más lenta cuando a Rei se le caía la bufanda. Al tiempo, fueron recibidos por Amelia que se veía contenta por vernos. Nam mostró gusto de verla, aunque se limitó a saludarla sin decir nada para no mentir. Se fijó con curiosidad en esa cicatriz de su cara, parecía bastante nueva pero esperaría pacientemente el momento para preguntarle. Se bajó de su caballo y fue detrás de Rei, aunque se detuvo al escuchar el sonido cercano de un caballo y la inconfundible voz de Jorge, se giró para hablarle algo sorprendido y contestó a su pregunta con una ácida sonrisa burlona a lo primero que dijo.

- Algo así... - Miró lo el cargamento que tenía ese caballo que parecía... ¡Estaba completamente seguro de que ese caballo no era de ellos! Evadió el tema para no hacerlo quedar mal y negó con una mano. - Gracias pero voy a tomar después.

(OFF: Moderen un poco los tiempos, yo no tenía claro si salimos, si viajábamos o si ya habíamos llegado ._.)